NUESTRAS FLORES

Las más de 3.000 colmenas que Apícola Cuartero tiene distribuidas por gran parte de la geografía española hacen que las Mieles del Tío Juan Cruz abarquen una gran variedad de floraciones de los más diversos ecosistemas para que las abejas las polinicen.

Del territorio aragonés, se aprovechan flores como el romero y el tomillo rosa, la primera produce miel de color muy claro, sabor suave y con un agradable final aromático; y la segunda de un color ámbar y de sabor dulce con notas ácidas.

La montaña ofrece otro tipo de variedades, como son las mieles de lavanda, de gran poder refrescante; brezo, de color rojo ámbar y sabor rotundo; eucalipto, extremadamente aromática y sabor amaderado; cantueso o lavanda roja, de sabor suave y perfumado; zarzamora, exclusiva miel procedente del jugo de las moras; y mielatos de encina y roble, de color muy oscuro por su gran contenido en hierro y profundo sabor.

También la zona mediterránea cuenta con flores de néctar muy atrayente para las abejas. El levante español produce las mieles de azahar o naranjo, de níspero y de limonero, de sabor cítrico, finas y muy aromáticas.

La meseta española regala flores como el girasol, la ajedrea, tomillo blanco y espliego o lavanda salvaje. La primera da una miel de color ámbar claro, olor floral con notas oleosas y de sabor muy dulce. La segunda, una miel densa, de color casi blanco y calidad superior.

De las praderas del Valle del Ebro son las mieles “Mil flores” y de la alfalfa. Como bien dice su nombre, la miel “Mil flores” es una miel natural procedente de diferentes especies de flores.

Otras plantas con las que se producen las Mieles del Tío Juan Cruz son el tilo, que produce una miel de color amarillo suave y olor fragante; el abeto, cuya sabia liban las abejas y la convierten en miel verde y de aroma balsámico; y la acacia, que da una miel cristalina y muy líquida y tiene un sabor suave, que ofrece al paladar una dulzura incomparable.